Por Joy Mazur, pasante de Epigraph
Traducido por Mitzel del Carmen Pérez
Newswise — Los proveedores de atención primaria de salud son esenciales para las personas con epilepsia. Como señala un informe de 2023, su participación en la atención de la epilepsia puede traducirse en una intervención y un seguimiento tempranos, en la educación sobre el padecimiento y en la coordinación de la atención.
Sin embargo, muchos proveedores de atención primaria de salud no tienen suficiente capacitación para atender a las personas con epilepsia. Esto conduce a importantes lagunas en el diagnóstico y el tratamiento, especialmente en los países donde la atención sanitaria depende en gran medida de los profesionales de la atención primaria.
La región de las Américas de la Organización Mundial de la Salud reporta una mediana de 2,3 neurólogos por cada 100.000 personas; esto se compara con 9.0 en Europa y 3.1 en todo el mundo. A nivel mundial, los países de ingresos bajos reportan una mediana de 0,1 neurólogos por cada 100.000, y los países de ingresos medianos bajos reportan 1,4 (ver gráfico).
Dada la relativa falta de neurólogos en muchos países de América Latina, los proveedores de atención primaria de salud manejan la epilepsia.
Gagandeep Singh, presidente del Consejo de Educación de ILAE, dijo: "La ILAE considera que la participación del sector de la atención primaria de salud en el diagnóstico, tratamiento, atención continua y prevención de la epilepsia es una de las mejores inversiones para cerrar las brechas mundiales en el diagnóstico y tratamiento de la epilepsia y con ello mejorar la calidad de la atención".
El curso despierta un gran interés
Para abordar este problema, un nuevo curso acreditado en México tiene como objetivo educar a los proveedores de atención primaria de salud sobre la epilepsia a través de un plan de estudios estructurado.
En febrero de 2023 se puso en marcha el Manejo Efectivo de la Epilepsia en Atención Primaria de Salud a través de la Universidad de Guadalajara. El curso, de seis meses de duración, sigue un modelo de aprendizaje híbrido; Los participantes completaron el trabajo del curso a través de reuniones virtuales sincrónicas y asincrónicas y tuvieron la oportunidad de asistir a un taller presencial de cinco días al final del curso.
Fridha Villalpando Vargas, investigadora en epilepsia y coordinadora del curso, manifestó que asistió una amplia gama de profesionales.
"El curso atrajo a neurólogos, médicos de atención primaria, neuropsicólogos e incluso participantes sin antecedentes clínicos, como antropólogos que trabajan en comunidades marginales e indígenas", expresó.
El curso se basa en el currículo de epilepsia de atención primaria de ILAE.
"Tratamos de pensar en cada detalle antes de emprender este proyecto", aseguró Alioth Guerrero Aranda, neurofisiólogo clínico y coordinador y tutor del programa. "Estamos muy contentos con el resultado de la primera edición".
Ventajas para los participantes
Este curso se diferencia de otros en la región debido a su enfoque en el lenguaje accesible y el aprendizaje en persona. Los materiales y las sesiones del curso se llevan a cabo íntegramente en español. El módulo presencial incluye sesiones interactivas con discusión de casos clínicos.
Aranda dijo que el componente presencial recibió grandes elogios de los participantes.
"Les permitió participar en el networking cara a cara", aseguró, "y, por supuesto, para el fortalecimiento de las relaciones profesionales".
Tanto Vargas como Aranda son miembros de la Sección Joven de Epilepsia (YES) del ILAE; reclutaron a otros miembros de YES de la región de América Latina como profesores.
"Siguieron el plan de estudios de ILAE, pero también contribuyeron con su experiencia en el campo y el uso de herramientas tecnológicas", explicó Vargas.
Los profesores y los estudiantes de la primera edición del curso tienen un chat grupal continuo en WhatsApp. Vargas manifestó que esto ayuda a los participantes del curso a mantener una comunidad y proporciona una plataforma para preguntas o futuras colaboraciones en epilepsia.
Para otros médicos o investigadores que buscan replicar el proyecto, Vargas recomendó colaborar con una institución educativa debido a la amplitud de su experiencia e infraestructura. La universidad proporcionó a los participantes y profesores un amplio espacio en las aulas y transporte en el área para su módulo presencial. Al final del curso, los participantes recibieron un diploma acreditado a través de la universidad para establecer su credibilidad.
"Esa es una muy buena motivación para que algunos de los médicos tomen el curso, incluso cuando no son especialistas", declaró Vargas.
Desafíos burocráticos y financieros
Sin embargo, para colaborar con la universidad, los coordinadores tuvieron que justificar la necesidad del curso. El tamaño pequeño del curso (se inscribieron 15 estudiantes) y el enfoque en la atención primaria de la salud hicieron que fuera difícil de vender, aseguró Aranda.
"Desde el mismo momento en que hay que convencer a la comunidad académica de la necesidad de hacer algo así, eso es una prueba de la falta de reconocimiento de la epilepsia como un problema", manifestó.
Aranda expresó que convencer a los profesionales de la atención primaria de la salud para que inviertan en su educación es otro desafío, que requiere la colaboración con otras organizaciones.
El curso costó $10,235, y la mayoría de los fondos cubrieron los costos del módulo presencial, como alojamiento, comidas y transporte. La cuota de inscripción de 1.000 dólares, - es relativamente cara para los profesionales de la atención primaria de la salud de la región- , se redujo posteriormente a 750 dólares, y los coordinadores organizaron planes de pago a través de la universidad para los participantes del curso.
Para ayudar a cubrir los costos, los profesores renunciaron voluntariamente a su compensación y pagaron sus propios vuelos para asistir al módulo presencial. Al final, el curso generó beneficios, generando 11.235 dólares. Los ingresos netos compensarán los costos de futuros cursos.
Abriendo el camino hacia la formación en atención primaria
La segunda edición del curso se lanzó en febrero de 2024. A pesar de los desafíos, los coordinadores consideran que el curso fue un éxito y esperan continuarlo.
"Al final, somos bendecidos con el resultado", explicó Aranda. "Creemos que se trata de una nueva alternativa para los profesionales de la atención primaria y que poco a poco podemos ir siendo más conocidos".
RECURSOS
La información del curso está disponible en YouTube: Español | Inglés
Para obtener más información, envíe un correo electrónico a los coordinadores del curso a [email protected].
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Fundada en 1909, la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) es una organización global con más de 125 capítulos nacionales.
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