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Por Joy Mazur, pasante de Epigraph

Traducido por el Colegio de traductores de español

El ayuno intermitente es una práctica religiosa muy valorada para los musulmanes. Y, para los musulmanes con epilepsia, el ayuno también puede mejorar el control de las crisis epilépticas. Un estudio de 2022 encontró que el ayuno durante el Ramadán mejoró significativamente la frecuencia de las crisis en pacientes musulmanes con epilepsia, específicamente aquellos con crisis focales, mioclónicas y de ausencias.

Atención de la epilepsia durante el Ramadán

Rehab Magdy, profesora del Departamento de Neurología de la Universidad de El Cairo y autora principal del estudio, aseveró que el ayuno durante el Ramadán es una preocupación para los musulmanes con epilepsia.

Ella refirió que "Esta es una pregunta muy frecuente que escuchamos de nuestros pacientes, ¿Puedo ayunar durante el Ramadán de manera segura o es peligroso para mí?"

Ramadán es el nombre árabe para el noveno mes en el calendario islámico, considerado uno de los meses más sagrados por los musulmanes. La fiesta tiene lugar en un momento diferente cada año y está marcado principalmente por el ayuno desde el amanecer hasta el atardecer, cuando no se consume ni comida, ni bebida.

Por lo general, todos los musulmanes ayunan, con la excepción de aquellos, cuya salud se vería afectada; los niños prepúberes y las mujeres que están embarazadas, amamantando o menstruando.

Al evaluar cómo el ayuno durante el Ramadán afectaría las crisis epilépticas, Magdy y su equipo se enfrentaron a un dilema.

"Algunos aspectos del ayuno del Ramadán pueden precipitar las crisis epilépticas, como la privación del sueño, la fatiga física y el agotamiento", dijo. "Por otro lado, teníamos la opinión de que el ayuno intermitente es el principio del tratamiento de algunos tipos de epilepsia, como el principio en el que se basa la dieta cetogénica".

La dieta cetogénica clásica engaña al cuerpo para que piense que está ayunando al maximizar los alimentos ricos en grasa y limitar los carbohidratos. En comparación, el ayuno de Ramadán no implica la ingestión de alimentos o líquidos, incluida el agua, durante un máximo de 16 horas al día.

El estudio de Magdy observó durante tres meses a más de 300 personas con epilepsia de 12 o más años de edad: los meses antes, durante y después del Ramadán. Todos los participantes estaban tomando medicamentos anticrisis epilépticas, y habían experimentado una o más crisis en el año anterior. Los participantes respondieron las preguntas durante las entrevistas en persona durante todo el estudio.

Reducción de las crisis epilépticas

Las frecuencias de crisis focales, mioclónicas y de ausencia se redujeron significativamente durante el Ramadán. Alrededor del 40% de los pacientes con crisis focales o mioclónicas, y el 60% de las personas con crisis de ausencia, experimentaron una reducción de al menos el 50% en la frecuencia de las crisis. Las frecuencias de las crisis focales y mioclónicas continuaron mostrando reducciones significativas en el mes posterior al Ramadán, cuando el ayuno ya había terminado.

"Estamos sorprendidos por los resultados", dijo Magdy. "Al principio, esperábamos que el ayuno de Ramadán no cambiaría la frecuencia de las crisis".

El estudio también encontró que, a diferencia de la dieta cetogénica, el ayuno de Ramadán no mejoró las tasas de crisis en personas con crisis tónico-clónicas generalizadas. Magdy dijo que esto puede deberse a la falta de sueño, un sello familiar de la experiencia del Ramadán.

"Los pacientes con crisis tónico-clónicas generalizadas pueden ayunar", dijo. "Pero con algunas precauciones. Por ejemplo, deben descansar lo suficiente, dormir durante unas ocho horas al menos todos los días".

Los hallazgos del estudio pueden guiar cómo deben los médicos y los profesionales de la epilepsia aconsejar a los musulmanes con epilepsia antes del Ramadán. Magdy dijo que aquellos que quieran ayunar deben visitar a su médico dos o tres meses antes del Ramadán, resolver cualquier problema con los medicamentos anticrisis epilépticas, antes de ayunar y beber mucha agua y antes de que comiencen las vacaciones. Dijo que se debe alentar a las personas con crisis focales o mioclónicas a ayunar, mientras que las personas con epilepsia resistente a los medicamentos no deben ayunar.

"Cada paciente conoce sus propios factores específicos", añadió Magdy. "Si un paciente sabe que el ayuno es un desencadenante de sus crisis, le pedimos que no ayune".

El ayuno intermitente y la dieta cetogénica

Durante más de 100 años, la dieta cetogénica, diseñada para imitar el efecto positivo que el ayuno tiene sobre las crisis epilépticas, ha demostrado ser un tratamiento exitoso para algunas personas con epilepsia. Pero para otros, no siempre es una dieta efectiva, ni fácil de seguir.

Clásicamente, el tratamiento requiere restricción de calorías y líquidos, como el ayuno del Ramadán. Pero Mackenzie Cervenka, directora del Centro de Dieta para la Epilepsia en Adultos de Johns Hopkins Medicine, dijo que la dieta cetogénica común y típica, ahora no tiene restricciones de calorías o líquidos, y que hay un cambio hacia la individualización de muchos tratamientos dietéticos.

"Hacemos cambios según el tipo de epilepsia, la edad del paciente, las preferencias dietéticas específicas y cosas por el estilo", dijo. "Hay muchas variaciones en la dieta cetogénica en este momento".

La dieta cetogénica y el ayuno de Ramadán producen efectos ligeramente diferentes en el cuerpo. La dieta cetogénica produce un estado de cetosis; el cuerpo pasa de usar glucosa como su principal fuente de combustible a usar ácidos grasos, que se metabolizan en cuerpos cetónicos.

Cervenka dijo que el ayuno utilizado durante el Ramadán es un tipo común de ayuno intermitente que otras personas con epilepsia también usan. Ella cree que hay circunstancias en las que las personas podrían usar ese método para controlar o tratar algunas crisis epilépticas específicas, pero que se requiere de más información.

También opinó Cervenka que "puede terminar siendo que hay ciertos tipos de crisis que se beneficien más del ayuno intermitente, en comparación con el uso de una dieta cetogénica.”

Investigación futura

Otra investigación también ha encontrado que ciertos tipos de ayuno intermitente pueden mejorar el control de las crisis epilépticas.

Un estudio de 2020, diseñado de manera similar durante un período de tres meses con 37 participantes, encontró una disminución del 21% en las crisis epilépticas durante el mes de Ramadán, y una disminución del 29% en el mes siguiente. Otro estudio piloto y pequeño, encontró que el ayuno intermitente se puede combinar con éxito con la dieta cetogénica para reducir la frecuencia de las crisis epilépticas en pacientes pediátricos.

No está claro cómo el patrón de alimentación afecta con precisión la frecuencia de las crisis epilépticas, pero el estudio de Magdy encontró niveles elevados de factor neurotrófico derivado del cerebro y factor de crecimiento similar a la insulina en personas que ayunaron durante el Ramadán; los niveles séricos más altos de estas moléculas se correlacionaron con la frecuencia de convulsiones más altas.

El próximo estudio de Magdy en esta área es sobre los efectos del ayuno en las poblaciones pediátricas. También espera repetir el estudio del Ramadán durante los meses de invierno, cuando las horas de ayuno son más cortas, y quiere estudiar los efectos adicionales que el sueño y los cambios metabólicos tienen sobre la frecuencia de las crisis epilépticas durante el ayuno.

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Fundada en 1909, la Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) es una organización global con más de 125 capítulos nacionales.

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