Newswise — Though fewer than a third of new vehicles sold in the United States have electronic stability control, this relatively new technology can reduce the odds of fatal rollovers by 73 percent in sport utility vehicles and 40 percent in passenger cars, say University of Michigan researchers.

"This system acts like a guardian angel sitting on the shoulder of the driver," said John Woodrooffe of the U-M Transportation Research Institute. "When it senses loss of vehicle control, it reduces engine power and selectively brakes certain wheels to bring the vehicle back in line. It does all this in the background without input from the driver."

A new study by Woodrooffe and UMTRI colleague Paul E. Green---the most comprehensive study of its kind to date---looks at the effect of electronic stability control in relation to fatal and non-fatal crashes, weather conditions, gender and age.

The study shows that electronic stability control can cut in half the odds of fatal single-vehicle SUV crashes (rollovers and other loss-of-control-type crashes) and reduce the odds of fatal single-vehicle crashes for passenger cars by 30 percent. Corresponding percentage reductions for non-fatal, loss-of-control crashes are 70 percent for SUVs and 55 percent for passenger cars.

"Electronic stability control is probably the most significant automotive safety technology since the seat belt," Woodrooffe said. "It provides benefits in various driving conditions, specifically in cases of oversteering and understeering. It also provides safety benefits in bad weather conditions by preventing vehicles from skidding or sliding on wet, snowy or icy roads."

Green and Woodrooffe analyzed national crash data from the Fatality Analysis Reporting System (fatal crashes only) and the General Estimates System (mostly property damage crashes and those with less severe injuries). They compared vehicles, both SUVs and passenger cars, without electronic stability control technology from model years 1995-1999 to the same vehicles with the technology from model years 2000-2004.

According to the study, electronic stability control can be especially effective on wet and slippery roads. The odds of non-fatal, loss-of-control crashes on roads that are wet, snowy or icy drops 88 percent for SUVs with electronic stability control and 75 percent for passenger cars with electronic stability control. On dry roads, the corresponding percentages are 53 percent and 40 percent, respectively.

Green and Woodrooffe also studied age and gender differences of drivers involved in non-fatal, loss-of-control crashes. The benefits of electronic stability control were similar for both genders.

They found that men under 40 and over 55 had higher odds of crashes in SUVs without electronic stability control. In addition, the predicted odds for male drivers with electronic stability control are nearly identical to female drivers without the system in fatal single-vehicle crashes.

"These findings support the view that males tend to be more aggressive drivers, yet both genders benefit from the technology," Green said.

The researchers also found differences according to age in non-fatal, loss-of-control crashes. Drivers in their mid-30s and 40s benefit the most in passenger cars with electronic stability control, while the odds of SUV crashes is reduced the most for those over 70.

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EDITORS: Spanish version below.

Newswise — Menos de un tercio de los vehículos nuevos vendidos en los EEUU tienen controles electrónicos de estabilidad , una tecnología relativamente nueva que reduce las posibilidades de vuelcos fatales en un 73 por ciento en vehículos deportivos utilitarios y en un 40 por ciento en automóviles de pasajeros, según una investigación de la Universidad de Michigan difundida hoy, miércoles.

"El sistema es como un ángel de la guarda sentado en el hombro del conductor", dice John Woodrooffe del Instituto de Investigación del Transporte de esa universidad (En Inglés, University of Michigan Transportation Research Institute, UMTRI). "Cuando detecta pérdida del control del vehículo, el sistema reduce la fuerza del motor y frena ciertas ruedas para enderezar el vehículo nuevamente. Todo esto lo hace en el segundo plano, sin participación activa del conductor".

El Nuevo estudio de Woodrooffe y su colega Paul E. Green del mismo instituto es considerado como el más completo en su tipo hasta la fecha, que investiga el efecto de los controles electrónicos de estabilidad en relación a colisiones fatales y no fatales causadas por pérdida de control del vehículo, condiciones climatológicas, sexo y edad.

La investigación demuestra que los controles electrónicos de estabilidad pueden reducir a la mitad las posibilidades de colisiones fatales de un solo vehículo (vuelcos y otro tipo de siniestros con pérdida de control) en vehículos utilitarios deportivos y en un 30 por ciento en automóviles de pasajeros. En accidentes no fatales por pérdida de control del vehículo, los accidentes se reducen en un 70 por ciento en el caso de vehículos utilitarios deportivos y en un 55 por ciento en automóviles de pasajeros.

"Los controles electrónicos de estabilidad son con toda probabilidad, la tecnología de seguridad vehicular más importante tras el cinturón de seguridad", dice Woodrooffe. "Ofrece beneficios en varias condiciones de conducción, específicamente en casos de sobrevirar y subvirar. También ofrece beneficios de seguridad en condiciones climáticas adversas y previene que los vehículos se deslicen o resbalen en caminos mojados, nevados o con hielo".

Green y Woodrooffe analizaron información nacional sobre colisiones del Sistema de Informes sobre Colisiones Mortales y del Sistema de Cálculos Generales (por lo general, casos con daños a la propiedad y con heridos menos graves) de la Administración Nacional de Seguridad de Tráfico en Carreteras. Compararon vehículos utilitarios deportivos y automóviles de pasajeros sin tecnología de control de estabilidad en modelos fabricados entre los años 1995-1999, con los mismos vehículos que tenían tecnología de control de estabilidad incorporada, en modelos fabricados entre los años 2000-2004.

Según el estudio, los controles electrónicos de estabilidad pueden ser especialmente efectivos en caminos mojados y resbaladizos. Las posibilidades de colisiones no fatales de pérdida del control del vehículo en caminos que están mojados, con nieve o hielo, se reducen en un 88 por ciento para vehículos utilitarios deportivos con sistemas de control de estabilidad y en un 75 por ciento en automóviles de pasajeros con el sistema de control incorporado. En caminos secos, los porcentajes fueron de 53 y 40 por ciento respectivamente.

Green y Woodrooffe también estudiaron las diferencias de edad y sexo en los conductores involucrados en las colisiones no fatales por pérdida de control. Los beneficios de la tecnología de control de estabilidad fueron similares para ambos sexos.

Descubrieron que los hombres menores de 40 años y mayores de 55 años tienen más posibilidades de colisiones en vehículos utilitarios deportivos sin controles electrónicos de estabilidad. Además, las posibilidades de colisión para hombres que conducen vehículos con controles de estabilidad son casi idénticas a las de mujeres que conducen vehículos sin controles de estabilidad. "Estos resultados apoyan el punto de vista de que los hombres son conductores más agresivos, sin embargo ambos sexos se benefician con esta tecnología", dice Green.

Los investigadores también encontraron diferencias según la edad en accidentes no mortales por pérdida de control del vehículo. Conductores de más de 30 y 40 años son los que más se benefician en automóviles de pasajeros con controles de estabilidad, mientras que en el caso de vehículos utilitarios deportivos las posibilidades de colisiones se reducen más para aquellos conductores mayores de 70 años.